LA BELLEZA DE LO SIMPLE.

Podemos apreciar la belleza de lo simple en aquellas flores silvestres que a veces olvidamos. No les damos nuestra atención porque se encuentran a la vera del camino o entre quebradas, pero tienen una enorme belleza y representan grandes verdades. Si se fijan, tienen 6 pétalos y el 6 representa la armonía, la justicia y el sentido del equilibrio en su medio ambiente. El verde nos da tranquilidad, sosiego y por ello nos sana, recordemos que es el color utilizado en los hospitales y en los dormitorios, pues nos invita al descanso y a sentirnos tranquilas y relajadas.

QUITASOL.

Adelina, De Paseo

de Federico García Lorca

La mar no tiene naranjas,
ni Sevilla tiene amor.
Morena, qué luz de fuego.
Préstame tu quitasol.

Me pondrá la carne verde
-zumo de lima y limón-,
tus palabras -pececillos-
nadarán alrededor.

La mar no tiene naranjas.
¡Ay!, amor.
¡Ni Sevilla tiene amor!

COMO CRISTALES DE HIELO.

La textura de los vidrios utilizados en este trabajo impresiona como rocío o gotas de lluvia sobre el cristal. El detalle de más arriba evoca los rosetones de antiguas catedrales. Y, a propósito de cristales, permítanme contarles acerca de aquella maravilla de la creación que son los cristales de hielo.

Los cristales de hielo y los copos de nieve crecen del vapor de agua mientras flotan a través de las nubes. Los cristales de la helada también crecen del vapor de agua, pero ellos se forman cerca de la tierra. En cambio los cristales de la nieve crecen sobre partículas de polvo suspendidas en el aire. ¡Qué bellos son esos cristales de la helada que se forman en las ventanas, las láminas de la hierba o sobre cualquier otra superficie sólida, como la propia nieve caída!
Mis obras quieren ser como esos cristales de hielo...

BEBIENDO EL NÉCTAR.

Siempre me ha elevado contemplar esa pequeña ave, aleteando veloz y suspendida sobre una flor para beber de su néctar. Pienso que así somos también los seres humanos, necesitados de un alimento superior. Para poder alcanzar esa suprema bebida, tenemos que elevarnos con esfuerzo por sobre nuestros problemas y humanas inquietudes.